Los parques acuáticos son hoy en día una de las opciones de ocio estival preferidas por jóvenes y familias.
Una alternativa divertida con la que pasar un día entre familia y amigos disfrutando de muchas actividades y atracciones que giran en torno al mundo acuático. La restauración, el deporte y la animación se han unido a estos toboganes y piscinas haciendo la oferta de un parque acuático cada día más completa. Pero los parques de agua no son una moda de hoy en día, tienen una larga y curiosa historia que se remonta miles de años atrás.
Se dice que el origen de los parques acuáticos viene de los manantiales termales que abundan en México y gran parte de Sudamérica. Civilizaciones antiguas como los mayas o aztecas utilizaban estos lugares de grandes cascadas o aguas termales como centro de convivencia comunitaria. Con el paso de los siglos las poblaciones asentadas en torno a estos paraísos naturales fueron construyendo todo un centro de ocio entorno a ellos con puestos de comida, hospedaje y alguna rudimentaria atracción.
El éxito de estos lugares, que hoy en día siguen siendo punto de visita obligada para viajeros y ciudadanos y que se estructuran con las mejores garantías y servicios sin perder su esencia natural, y la proliferación y buena acogida de los parques de atracciones que emergen desde finales del siglo XXI hizo que la industria de la diversión diera un paso más e incorporara el agua a sus atracciones.
Así en los años 70 y principios de los 80 comienzan a surgir los primeros parques de agua en Estados Unidos. El primero en abrir fue Wet’n Wild en Orlando de la mano del creador de Sea World, toda una institución del ocio y los parques. En pocos años Europa, Asia y América incorporaron esta nueva forma de ocio.
En 1985 llegaba el primer parque acuático a nuestro país, Aqualandia. En la ciudad turística por excelencia, Benidorm, se erigía el que es uno de los parques acuáticos más grandes del mundo, y que durante muchos años ostentó el honor de ser el más grande de Europa. Su inauguración, un 28 de junio, añadía un nuevo concepto de diversión complementario a la oferta turística.
Desde que abriera sus puertas Aqualandia se consolidó como una de las alternativas de ocio favoritas. Su éxito se debió a su importante apuesta por las atracciones de vanguardia y a un cuidado trabajo en el que el cliente, la calidad y la seguridad han sido la principal prioridad.
Con el paso de los años muchas ciudades de España imitaron a Benidorm y los parques acuáticos fueron ofreciendo diversión en todos los puntos del país. Mientras otros iban apareciendo en escena Aqualandia recibía más y más visitantes y trabajaba para mejorar y ofrecer la más innovadora oferta de ocio acuático.
Atracciones renovadas e incorporaciones que no han dejado a ningún cliente indiferente como Black Hole o Verti-go; hitos como el récord Guinnes de bañistas utilizando pistolas de agua de forma continuada durante cinco minutos en la piscina de olas artificiales conseguido en el 2010; o la celebración del 30 aniversario con grandes eventos y la apertura nocturna. Son la huella de más de 30 años de duro trabajo en pro del ocio y el turismo.
La fórmula diversión y agua es una apuesta ganadora con millones de adeptos en todo el mundo, clientes fieles a los tradicionales toboganes y piscinas, y exigentes usuarios que cada año demandan nuevas emociones y que gracias al esfuerzo de la industria, las sienten en primera persona.