En Aqualandia, dentro del Departamento de Socorrismo, trabajamos en la prevención, como parte fundamental, pero somos conscientes que pudieran darse circunstancias en las que fuera necesaria la intervención del socorrista.
Es por este motivo que el Departamento está continuamente activo y entre otras actividades se desarrollan entrenamientos tres veces a la semana con un equilibrio perfecto entre el ocio y la seguridad.
Cada entrenamiento se efectúa antes de la apertura del parque por lo que tenemos a unos madrugadores socorristas preparados para una hora de carreras y ejercicios.
Combinamos entrenamiento físico con parte técnica intentando trabajar al límite de las posibilidades, sobre todo a nivel técnico cuando creamos situaciones delicadas ficticias, hay veces que nos podemos hacer alguna ligera lesión por hacerlo todo lo más cercano a la realidad.
Hacemos simulacros con parque abierto sin que nuestros socorristas sepan nada; los “ganchos” son clientes del parque a los que explicamos lo que vamos a hacer y hay que decir que todos colaboran con nosotros comportándose como verdaderos actores.
En un parque acuático, sobre todo si es del tamaño de Aqualandia, el éxito debe estar fundamentado en combinar la sensación real de riesgo con la seguridad más absoluta.