¿Te gustan las atracciones radicales? Entonces no te puedes perder el Big-Bang, una de las zonas más emblemáticas de nuestro parque. En ella encontrarás cuatro toboganes impresionantes, por la altura, por la ubicación y por la zona. Te daremos algunos datos técnicos y trataremos de transmitirte cómo es la experiencia de bajar por ellos. 

¿Qué es el Big-Bang de Aqualandia?

Nuestro parque se fundó en el año 1985. Ya desde su apertura comenzó a batir récords y es que en ese momento se convirtió en uno de los mejores de Europa por la variedad de atracciones de las que disponía; diez en concreto. Poco a poco fuimos añadiendo toboganes y otros atractivos a nuestra oferta. En el 2002 le tocó el turno a Big-Bang, un conjunto de toboganes solo aptos para los más valientes. 

Big-Bang se colocó automáticamente entre una de las atracciones acuáticas más destacadas a nivel europeo. Esta agrupación de 4 toboganes poseía por entonces uno de los más altos de Europa, el amarillo, con 28 metros. Pero la altura no es lo único vertiginoso. Te explicamos cómo se vive la experiencia. 

¿Cómo se vive la experiencia del Big-Bang?

Dejarte caer por los toboganes de Big-Bang no es una experiencia apta para todos los públicos. Hay que ser consciente de que solo los más valientes disfrutarán de la descarga de adrenalina que representa el descenso por cualquiera de sus toboganes. 

La primera decisión que has de tomar es por cuál de los cuatro toboganes bajarás primero. El más bajo de los cuatro es el tobogán rojo, pero no te dejes engañar, tiene una característica que te cortará la respiración. Un salto en la mitad del recorrido hace que tengas la sensación de ingravidez por un instante. 

El tobogán verde es tan solo un poco más alto que el rojo, pero con un aliciente adicional, está totalmente cerrado. Vas a tener las mismas sensaciones que en el rojo, pero sin saber cuándo se llega al final del recorrido. 

El siguiente es el tobogán azul. No es tan alto como el amarillo, pero para muchos es el mejor del parque. ¿Por qué? Por su diseño. Para empezar, el recorrido tiene una ligera pendiente por un tubo cerrado. Unos metros después, cuando menos te lo esperas, empieza una caída casi vertical y el tubo se abre para hacerte una idea de lo alto que estás. ¡Impresionante!

Por último, el tobogán amarillo. 28 metros de caída casi vertical al descubierto. No sentirás la curva que te lleva a la recta de llegada hasta el último instante. Para remate, cuando has alcanzado la máxima velocidad, pasarás por el túnel de una roca artificial que te pondrá los pelos de punta. 

Como puedes ver, el Big-Bang continúa siendo una de las atracciones más radicales de Aqualandia. Si todavía no lo has hecho, ármate de valor y prepárate para bajar por los cuatro toboganes. ¡No te arrepentirás!