En Aqualandia contamos con múltiples toboganes de diferentes alturas y velocidades, como ya sabéis, pero sin duda el más radical y veloz es Verti-Go. Verti-Go está compuesto por dos toboganes, uno rojo y otro verde que llaman la atención nada más entrar al parque, bueno y desde la distancia también.

El tobogán rojo tiene 33 metros de altura, es el tobogán más alto de Europa y el tobogán-capsula más alto del mundo, por lo que es único y exclusivo, uno de los distintivos de Aqualandia. El tobogán verde es un poco más pequeño, con 28 metros de altura, pero esa diferencia no le impide ser un gran generador de adrenalina como su compañero rojo.

Esta atracción se encuentra suspendida en una plataforma de 42 metros de altura, o lo que es lo mismo, la altura de un edificio de 13 plantas, que supone subir aproximadamente 250 escalones. Esta altura y su gran pendiente hacen que los osados que suben hasta Verti-Go se deslicen en tan sólo 3 segundos, llegando a alcanzar una aceleración gravitacional superior a 100 km por hora. Sin duda, una forma de liberar tensiones y soltar mucha adrenalina.

Pero ¿qué es la aceleración gravitacional de Verti-Go? Cuando hablamos de aceleración gravitacional nos referimos a la aceleración causada por la gravedad. Esta aceleración, la cual indicamos con una “g”, nos indica la intensidad de las fuerzas de atracción entre dos cuerpos en función de sus masas. Por tanto, cuanto mayor sea la masa, mayor será la fuerza y mayor será la aceleración gravitacional.

Teniendo en cuenta que la aceleración gravitacional dependerá de la masa de cada cliente, podemos emplear como referencia los 100 km por hora indicados anteriormente como cifra media siguiendo los datos de un adulto medio, pero siempre teniendo claro que según sea vuestra complexión será mayor o menor esta aceleración.

Así, pues, la velocidad y la aceleración gravitacional alcanzada por Verti-Go puede ser comparada con acciones habituales de nuestro día a día. Por ejemplo, con la velocidad gravitacional de un estornudo. Aunque no lo parezca, al estornudar, producimos 2,5 g, desprendemos aire a más de 130 Km por hora aproximadamente. ¿Lo sabías? Pues sí, el aire de nuestros estornudos va más deprisa que Verti-Go, aunque nos dé menos impresión.

Otro ejemplo podría ser la velocidad a la que salta un airbag de un automóvil. Un airbag salta al detectar 3 g, lo que viene siendo 165 km por hora aproximadamente. Parece sorprendente que la velocidad que puede alcanzar una persona al deslizarse por nuestro más famoso tobogán pueda comparase con la velocidad a la que salta un airbag de un coche, pero así es.

También hay acciones cotidianas que superan en velocidad a nuestro más famoso tobogán. Aunque parezca increíble, al dar una palmada en la espalda se alcanzan 4,1 g, al bajar un escalón, 8,1 g y al desplomarse en una silla, 10,1 g.

Sin embargo esta velocidades se dan de forma muy distinta y no nos hacen sentir esa ingravidez que se siente al deslizarse por vértigo, claro está, porque en nuestro tobogán dejamos caer todo el cuerpo al vacío. Una sensación única que no debes perderte. Ya queda menos para que se vaya el frío y comience la temporada. Te estaremos esperando.